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Artículos sobre cine

Digresión sobre el arte visual: alegorías.

Digresión sobre el arte visual: alegorías.

Observando una vez más a Maya Plisetskaya acariciar el espacio escénico en piezas como La muerte del cisne vienen a mi encuentro reflexiones acerca de las artes escénicas, de la utilización del espacio, del lenguaje visual. Las sutiles poses de sus manos, sus níveas ropas surcando la oscuridad del escenario, el tempo (aceleraciones, pausas y aumento paulatino de la velocidad) de sus desplazamientos y movimientos de sus extremidades...

Es el cine un sencillo arte que se basa en el movimiento y en la luz, un lenguaje independiente que no debe necesariamente ajustarse a las convenciones narrativas literarias o de otra índole. El cine (como el baile de Plisetskaya) se crea a partir del movimiento, de la sutilidad de ese movimiento nacerá la poesía visual, de su precipitación inesperada surgirá la violencia o la excitación en el espectador que observe las imágenes proyectadas. Ningún mensaje es más poderoso que el transmitido de manera irracional por la esencialidad de lenguaje cinematográfico, de lo visual... 

Una vaga silueta se dibuja, solitaria, en la geometía mágica. Un foco alumbra a esa alegórica ave. Secretos arcanos se encierran en los movimientos de los tan agonizantes como bellos brazos del cisne de la bailarina antes citada, mundos creados del vacío surgen (gracias a nuestro poder de abstracción) y se representan en la mente del atento observador. Una pared y una sombra desplazándose por ella, una mano sosteniendo una flor que pierde sus pétalos sin remisión seguido por la visión de una lágrima que surca los ignotos secretos de un rostro desesperanzado... 

El buen arte, necesario acto humano de expresión estética, debe ser tan sencillo como profundo, debe ser tan fugaz como interminable en su gama irrepetible de sutiles matices de inexplicable importancia. El acto inicial, sobrenatural y misterioso, con el que todo ser humano inicia su vida externa (la apertura de sus ojos) nos muestra a las claras la esencialidad del lenguaje cinematográfico, sus reglas inaprehensibles que no deben someterse a yugos ajenos a su mágica génesis...

 

Recientemente, mientras  visionaba en mis aposentos Esta tierra es mía (1959), un desconocido melodrama de Henry King que será objeto de próxima reseña en Cineyarte, percibí, entre una pléyade de virtudes visuales, un plano sencillo que resume a la perfección el arte objeto de las disquisiciones alegóricas anteriormente expuestas: John y Elizabeth caminan entre las vides y, después de una serie de diálogos que sitúan al espectador, ella, debido a que siente una serie de molestias, se descalza andando de este modo por la rojiza tierra, orígen de los productos naturales y de la familia misma que constituyen el objeto en torno al cual gira la trama del filme aquí citado. King inserta un plano breve de sus pies fusionándose en la tierra resumiendo con un recurso netamente visual la irreversible vinculación con la tierra (y por lo tanto con John Rambeau) de ese personaje recién llegado a la família Rambeau. Tierra, familia, y la adaptación de Elizabeth a ambos serán los elementos esenciales de este excelente filme.

 

Alfredo Alonso

Cineyarte       

Declaración con motivo del 4º aniversario del blog

Declaración con motivo del 4º aniversario del blog

Apreciados y distinguidos lectores de Cineyarte, quiero transmitirles la esencia que va a seguir impregnando este espacio: 

 

La labor de puesta en escena debe ser el eje central sobre el cual se desarrolle cualquier análisis cinematográfico, técnica artística entendida como elemento  crucial en la construcción dramática de un filme que posee infinitos recursos: utilización del espacio escénico mediante su fragmentación o unidad, disposición de los actores en el plano, aprovechamiento de lo situado  fuera del plano, utilización de la elipsis, de los movimientos de cámara (desplazamiento de la cámara, movimiento sobre su eje) y de los diferentes tipos de plano (de detalle, medio, general), administración del tempo, superposición de imágenes y encadenado de escenas, concepción semántica de la iluminación...

Mediante la utilización de estos y otros recursos se logra transmitir en términos netamente cinematográficos el planteamiento argumental y la concepción ideada ex ante por los correspondientes artistas.



Cineyarte seguirá intercalando impresiones cinéfilas más evanescentes (ver los textos a propósito de Belle de jour o Le samourai publicados recientemente) con reseñas sensiblemente más extensas en las que se expone, a modo de compendio, las principales características observadas en la puesta en escena (Pueden leer los textos dedicados a Stranger on Horseback, Más allá del bosque o a la extraña e injustamente ignorada Liliom).

 

 

Alfredo Alonso

Cineyarte

A propósito de los últimos visionados...

A propósito de los últimos visionados...

                                 El realizador Jack Arnold

Últimamente he visto una serie de filmes de dispar calidad que han suscitado que desee  compartir con ustedes unas breves reflexiones: he disfrutado de la magnífica e injustamente ignorada joya noir La casa 322 (Richard Quine, 1954), filme con un gran trabajo fotográfico (obra de Lester White) y cuidada ambientación, en él se observa un desarrollo compacto e intenso fruto de la buena utilización de la unidad de escenario. También excelente es El camino del pino solitario (H.Hathaway,1936), obra bucólica que muestra un gran aprovechamiento de los escenarios naturales en los que transcurre la historia y que posee una gran carga emotiva gracias a una notable delicadeza en la elaboración de las escenas de clímax dramático.

Resulta notable, a mi juicio, el extraño y psicológico western de Jack Arnold  titulado en España Una bala sin nombre (1959). Con ecos metafísicos, reflexiona sobre la vida y la muerte, sobre el sentido de la justicia y  sobre la legitimidad de la justicia taliativa. Filmado en CinemaScope, resulta un western sereno, sugestivo (como la intrigante mirada de la personificación de la muerte; Audie Murphy) y su director acierta en la utilización de elementos enriquecedores de la trama; espejos, objetos de vital importancia en el desarrollo, utilización dramática del color de las vestimentas...

 

Menos brillantes  (aunque con elementos de interés en su temática y/o reparto, no tanto en su puesta en escena), han resultado filmes como El hombre con rayos X en los ojos (1963) o La matanza del día de San Valentín (1967), ambos de Roger Corman. Filmes atractivos en su vertiente temática y en su ambientación, carecen sin embargo de cualquier señal de cierta elaboración en la puesta en escena.

Mención especial merece la simultaneamente irregular y atractiva Muerte en los pantanos (Nicholas Ray, 1958), filme cuya coherencia dramática y ritmo se vieron seriamente dañados por la intervención de su productor y guionista Budd Schulberg. A pesar de las vicisitudes en su desarrollo fue imposible borrar los restos de este impactante y bellísimo canto a la libertad individual,  una oda a la naturaleza que es, a mi juicio, una de las obras más personales y menos comentadas de la filmografía de su autor.

 

 

 

    

 

Digresión sobre el arte visual.

Digresión sobre el arte visual.

Observando una vez más a Maya Plisetskaya acariciar el espacio escénico en piezas como La muerte del cisne vienen a mi encuentro reflexiones acerca de las artes escénicas, de la utilización del espacio, del lenguaje visual. Las sutiles poses de sus manos, sus níveas ropas surcando la oscuridad del escenario, el tempo (aceleraciones, pausas y aumento paulatino de la velocidad) de sus desplazamientos y movimientos de sus extremidades...

Es el cine un sencillo arte que se basa en el movimiento y en la luz, un lenguaje independiente que no debe necesariamente ajustarse a las convenciones narrativas literarias o de otra índole. El cine (como el baile de Plisetskaya) se crea a partir del movimiento, de la sutilidad de ese movimiento nacerá la poesía visual, de su precipitación inesperada surgirá la violencia o la excitación en el espectador que observe las imágenes proyectadas. Ningún mensaje es más poderoso que el transmitido de manera irracional por la esencialidad de lenguaje cinematográfico, de lo visual... 

 Secretos arcanos se encierran en los movimientos de los tan agonizantes como bellos brazos del cisne de la bailarina antes citada, mundos creados del vacío surgen (gracias a nuestro poder de abstracción) y se representan en la mente del atento observador. Una pared y una sombra desplazándose por ella, una mano sosteniendo una flor que pierde sus pétalos sin remisión seguido por la visión de  una lágrima que surca los ignotos secretos de un rostro desesperanzado... 

El buen arte, necesario acto humano de expresión estética, debe ser tan sencillo como profundo, debe ser tan fugaz como interminable en su gama irrepetible de sutiles matices de inexplicable importancia. El acto inicial, sobrenatural y misterioso, con el que todo ser humano inicia su vida (la apertura de sus ojos) nos muestra a las claras la esencialidad del lenguaje cinematográfico, sus reglas inaprehensibles que no deben someterse a yugos ajenos a su mágica génesis...

 

    

Cine y literatura: La roja insignia del valor

Cine y literatura: La roja insignia del valor

The red badge of courage (Stephen Crane)

 

La roja insignia del valor es un magnífico relato en el que se refleja una guerra abstracta y absurda, con apuntes patéticos por doquier. Los enemigos son invisibles tras las persistentes humaredas de las armas, los soldados luchan dominados, no por el valor, sino por ese instinto animal de denodada defensa del que se sabe muerto. Las estrategias son absurdas, así como las actitudes de los humanos cuando están alejados de la civilización (la civilización presta modelos de comportamiento en los que el ser humano se acomoda, se adapta, inventa excusas y teorías superficiales para autojustificarse, todo ello en la absoluta artificialidad de lo civilizado). En definitiva, el protagonista ha vivido un periodo de sangre y barbarismo esquizofrénico, un retorno a su más elemental naturaleza, cuyo único efecto positivo es la alegría de reencontrarse con la vida después de esa aparente muerte. Es más que una crítica a la guerra, es un breve estudio crítico del ser humano, ese animal mentiroso por antonomasia (a eso le llaman capacidad de razonamiento; lo abstracto, en definitiva no es más que una externamente insignificante mentira). Se trata de un furibundo ataque contra el antropocentrismo y, además, resulta una de las mejores novelas de aventuras que se han escrito. Cierto es que mi concepto de aventura es amplio: ¿qué no es una aventura sino una sucesión de lances (mentales o físicos) de suerte e infortunio?. Desde esta perspectiva sólo existe un género: la vida y sus derivados.

Un libro magnífico, escrito con continuidad, con intensidad, con esa atención a los gestos y actitudes que tanto dominaba Tolstoi, pero que Crane comprime y a mi juicio supera (las virtudes que se exponen de manera precisa y concisa son a mi juicio superiores: narrar no es algo que dependa de la longitud de lo narrado) en apenas doscientas páginas de pura y maravillosa narrración.

 

The red badge of courage, breve acercamiento a la obra cinematográfica:  John Huston, 1951

 

  A pesar de las vicisitudes surgidas en torno a su gestación y posterior andadura, la traslación que John Huston realizó en el año 1951 para la Metro Goldwyn Mayer respeta milagrosamente la esencia (de difícil aprehensión debido a su naturaleza eminentemente abstracta, al margen de su superficie naturalista) de la obra literaria en la que se basa. Careciendo del mismo grado de prufundidad del relato original, visualmente es todo lo que Crane nos hizo ver a través de su relato: caras sudorosas, uniformes viejos y polvorientos de un enemigo invisible que se oculta tras las olas de polvo, un entorno envuelto perpetuamente en sonidos de diversa procedencia, el agitado movimiento de las jóvenes masas humanas en el desenfreno suicida de las cargas, la presencia del bosque como paisaje vivo (ramas que asoman por doquier, hierba, planos en contrapicado de la cúpula solar formada por los árboles)...

John Huston confirió a la narración un tono abstracto, utilizó primeros planos (se trata de un recurso coherente con el objetivo de la obra: el retrato psicológico de un soldado) y bastantes planos contrapicados que añaden una sensación adecuadamente opresiva a la imagen, Por otra parte cabe destacar la labor fotográfica de Harold Rosson, su adecuado uso de la profundidad de campo y el acertado tratamiento lumínico de las imágenes.

Sin ser una de las mejores películas de su autor,The red badge of courage es un buen filme que se incorpora con honor a ese reducido grupo de relatos intimistas bélicos casi alucinógenos, intensamente abstractos,  que el cine nos brindó en algunas ocasiones.

 

 

Reflexiones mentalmente marítimas y físicamente terrestres

Reflexiones mentalmente marítimas y físicamente terrestres

 

Volviendo a leer una de mis obras literarias predilectas, la obra maestra culminante de la novela romántica Moby Dick de Herman Melville , reflexioné sobre innumerables asuntos imaginando que flotaba, adormecido,  por  refulgentes aguas más allá del Cabo de Hornos. Sentía la suave brisa de los vientos procedentes de la tierra del fuego y aún sufría el hinchazón provocado por una copiosa ingestión de carne de tiburón... Súbitamente me ví envuelto en una oscura galerna, rodeado entre tinieblas y resplandecientes fogonazos de Zeus pude recordar lo que me había propuesto días atrás, escribir para ustedes este texto sobre cine marítimo.     

Aventuras marinas 

Las aventuras marítimas son el contexto ideal para la creación  pues ofrecen dos posibilidades igualmente atractivas (y susceptibles de ser entrelazadas) para el desarrollo de obras cinematográficas:

 

1. DRAMAS MARINOS: Los océanos  son el escenario ideal para desnudar de elementos superfluos a la trama de un filme y así  abordar los aspectos fundamentales del alma humana. El mar provoca que el hombre retorne de manera inevitable a la naturaleza ( el ser humano no ha podido dominar al mar como lo ha hecho con la  tierra),  aisla al hombre y así se elimina un elemento que define su personalidad: la vida en sociedad. La relatividad de las leyes, de las relaciones de jerarquía, de las costumbres...

El hombre, animal socializado, se ve compelido así a mirar en su interior, sus relaciones con los escasos compañeros de viaje están circunscritas al ámbito de la supervivencia y los elementos de la naturaleza forjarán su carácter, acomodado hasta entonces por su artificial vida terrestre.

El mar, desierto azul que impone los rigores de la soledad al ser humano, lugar en el que el hombre está obligado a mirarse en el espejo más claro y despiadado: su conciencia.

 

2. AVENTURAS VITALISTAS MARINAS: También los mares son marco ideal para lances  de vitalista aventura. La inexplicable sensación provocada por el descubrimiento de nuevos horizontes, la amistad forjada en sangre y peligros o, superado el inicial y traumático periodo de adaptación, el despertar de los sentidos animales.    

 

Entre las procelosas aguas el ser humano puede llegar a conquistar la libertad que le había sido negada por el infranqueable muro de cemento en el que le habían confinado sedosas e invisibles mordazas.

 

Después de esta modesta introducción a la temática marina en el ámbito cinematográfico quería mostrarles mis preferencias en el género mediante la siguiente lista, ordenada por orden de preferencia.

 

Obsérvese que he limitado el número de filmes a diez y, por otra parte, omito obras de gran importancia por no poder incardinarse claramente en el género: Los contrabandistas de Moonfleet (Fritz Lang), Los vikingos (Richard Fleischer)...

 

Los diez mejores filmes marítimos

 

  1. Moby Dick (John Huston, 1956)

  2. El mundo en sus manos (Raoul Walsh, 1952)

  3. La mujer pirata (Jacques Tourneur, 1951)

  4. El hidalgo de los mares (Raoul Walsh, 1951)

  5. El lobo de mar (Michael Curtiz, 1941)

  6. Rebelión a bordo (Frank Llyd, 1935)

  7. La fragata  infernal (Peter Ustinov, 1962)

  8. 20.000 leguas de viaje submarino (Richard Fleischer, 1954)

  9. Capitanes intrépidos (Victor Flemming, 1937)

10. El temible burlón (Robert Siodmak, 1952)

 

 

 

Dimitri Tiomkin

Dimitri Tiomkin

Con estos enlaces inauguro una faceta nueva de Cineyarte poniendo al alcance  de mis lectores piezas de música cinematográfica  de gran interés.  

Obertura de La caída del Imperio Romano; obra de carácter fúnebre y romántico que resume a la perfección el espíritu del filme elegíaco de Mann. 

http://www.goear.com/listen/31063b7/la-caída-del-imperio-romano---overture-dimitri-tiomkin

Tema principal de Tierra de Faraones: obra de inusitada sensibilidad que desarrolla una espectral y exótica sinfonía egipcia, una ensoñación artística que lamentablemente no pudo ser expuesta convenientemente en el notable filme de Howard Hawks.

http://www.goear.com/listen/e1070b7/land-of-the-pharaohs-dimitri-tiomkin

 

En estas dos piezas podrán ustedes apreciar la sensibilidad, grado de elaboración, temperamento dramático y cromático de Dimitri Tiomkin, compositor influenciado por el romanticismo decimonónico y el verismo operístico.

Reflexiones frente a la incandescente pantalla. Digresiones.

Reflexiones frente a la incandescente pantalla. Digresiones.

Hace poco leí, en la afortunada soledad de mis aposentos, una entrevista a Miguel Marías que suscitó una serie de reflexiones sobre los asuntos que en ella se trataban (y sobre otros que no se trataban) y que a continuación les traslado.

 

Miguel Marías comentaba su especial obsesión por volver a revisar las veces necesarias los filmes  para analizarlos convenientemente. Es evidente que el primer visionado es incompleto y, aunque nos esforcemos en relacionar elementos o captar la mayor cantidad de matices, el análisis debe realizarse a lo largo del tiempo. Siento temor por la concepción excesívamente consumista del cine.

En mi caso, además de visionarlos enteros, repito las escenas más enjundiosas de muchos filmes las veces que sean necesarias con el objetivo de estudiar su planificación, su fotografía , la función de su banda sonora, las miradas de los actores...

Creo recordar que he visto con sumo detenimiento multitud de veces los minutos iniciales de Duelo al Sol, varias escenas de Los contrabandistas de Moonfleet, las escenas finales de Gardenia Azul, la escena inicial en el bar de Johnny Guitar, la llegada de Ethan en Centauros del desierto, la bellísima introducción de El hombre que mató..., la muerte de la protagonista en Topaz, diversas escenas de Los violentos años 20, algunas partes de Der Verlorene, casi todas las escenas de El manantial, algunos fragmentos de Retorno al pasado, el final de Adiós a las armas de Borzage... Infinitas escenas, momentos de máxima intensidad y brillantez cinematográfica que suelo descifrar con gozo una y otra vez.

Estoy de acuerdo con Marías en que determinadas obras que no obtienen mi beneplácito durante el primer visionado deben ser revisionadas para buscar en ellas. A veces el resultado de esta segunda (o enésima) oportunidad es la comprensión total de filmes que mantenían ocultas la totalidad o parte de sus virtudes. Ejemplos, entre muchos otros, claros de esto son El jardín del diablo, Vorágine, La caída de limperio romano, Cleopatra, Una mujer en la playa, La huella o La taberna del irlandés.  

También ocurre lo contrario; algunos filmes no resisten las revisiones en profundidad, en diferentes niveles: Sed de Mal, Ciudadano Kane (parte de la obra de Welles), Duelo de titanes, Yojimbo, Moulin Rougue (Huston) o las películas de la Hammer...

Como él entiendo el cine como un arte, no como una simple evasión o divertimento.

Por otro lado debo agradecerle (a él y a Garci, principalmente) el magnífico, ejemplar, canónico, programa que nos hizo descubrir tantos directores y obras de interés (recuerdo especialmente mi descubrimiento de Kurosawa con una emisión de Los siete samuráis). Era un programa civilizado, didáctico, entretenido (en el mejor, si existe, sentido del término) y enriquecedor.

Discrepo, sin embargo, con él en el poco interés que me suscita Bergman y algunos directores del panorama actual que él cita como interesantes.  

Me agrada su visión exigente pero abierta del arte cinematográfico y también coincidimos en el diagnóstico sobre el estado de la crítica.

Debo aclarar que, al margen de la entrevista, nos separa un tema de trasfondo ideológico: mi radical oposición a cualquier tipo de subvención al cine y a cualquier tipo de actividad cultural. Mi oposición se debe a mi creencia de que el Estado no puede intervenir, condicionar, ni planificar de ningún modo la creación artística.

El cine español está en una situación precaria porque, entre otros motivos, las subvenciones crean una situación de competencia desleal (de desventaja insalvable para los no subvencionados), de planificación ideológica y una manipulación del natural desarrollo del mismo. Se subvencionan muchos filmes que no se van a estrenar y, aunque lo hagan, no van a ser vistos por nadie porque a nadie interesan.

El cine español debe ser más o menos rentable y debe ser libre.

Seguiré en otro momento con el desarrollo de estos y otros temas.

Enlace con la entrevista: http://www.miradas.net/2006/n51/estudios/mmarias.html  

Fritz Lang y Moonfleet

Fritz Lang y Moonfleet

Los contrabandistas de Moonfleet, obra redonda, definitiva, en la que se dan cita toda la fuerza, dureza, pasión romántica, concisión y fascinación atmosférica del mejor estilo de Fritz Lang, una excepcional iluminación (magnífica, encierra los secretos mejor guardados en este campo) y color, el sublime acierto de Miklos Rozsa al combinar el dramatismo más misterioso y enérgico con la ensoñación romántico-nostálgica y un guión que alterna con excelente sentido de la elipsis la aventura interior con la exterior.

Riquísimo en matices, resumen de lo expuesto por el arte occidental (tragedia griega, leyendas y supersticiones, novela romántica de aventuras, relato de fantasmas, expresionista y humanístico), sabe mostrar entre sus sombras y brumas la vida del hombre (desde su infancia a su muerte) y los principios que lo redimen. Dentro de la profusión de cualidades que encierra la obra las interpretaciones están a la altura, en especial Stewart Granger (profundo, expresivo, reflexivo).

Tales maravillas se consiguen en un relato aparentemente sencillo y directo que no renuncia a ser entretenido, divertido, como debe ser el mejor arte.

 

 

   

   

Regreso

Regreso

He vuelto a retomar mi actividad crítica después de unos meses de retiro que me han servido para reflexionar sobre los puntos clave del arte cinematográfico. La utilización expresiva de la fotografía, música, actores, la planificación dramática y la tensión entre entretenimiento y profundidad son los asuntos que más me preocupan en mis análisis.

Pueden  leer ustedes una nueva reseña. Esta vez les traslado mis imresiones  sobre La muchacha del trapecio rojo de Richard Fleischer, escrito que supone nuestro reencuentro.

Atentamente,

                                 opera0

                                 Alfredo Alonso

 

 

Breve comentario sobre Karloff y Lugosi en DVD.

Breve comentario sobre Karloff y Lugosi en DVD.

Karloff y Lugosi participaron en las más prestigiosas obras que se realizaron en la época dorada del terror (años 30 en la Universal principalmente). En dichas obras se resaltaba, al margen del simple terror provocado por la aparición de lo monstruoso, el componente emotivo, humano, incluso filosófico, elemento que las dota de eterno interés intelectual.

Les recomiendo el visionado de los siguientes filmes a la venta en DVD: 

El cuervo (Lew Landers) (Suevia, Colección Clásicos de oro): La mejor interpretación de Lugosi y un filme que reflexiona constantemente sobre el bien y el mal, la apriencia y lo oculto, la ética y la estética, con un paralelismo entre Lugosi y Poe que enriquece la trama.

Satanás (Edgar G. Ulmer) (Suevia, Colección Clásicos de oro): De las manos del extraordinario Ulmer Satanás muestra temas tan escabrosos como poéticos sirviéndose de una ambientación magistral (diseño de decorados, pleno ajuste musica-acción, sonido, tempo narrativo).  

El Doctor Frankenstein (James Whale) (Universal) Clásico  de extraordinaria calidad que plasma a la perfección los matices emotivos necesarios en la más famosa historia de confrontación entre apriencia e interior, entre individuo y muchedumbre, entre inocencia y maldad.  

La novia de Frankenstein (James Whale) (Universal)  Continuación de la anterior que la mejora añadiendo a sus virtudes la inclusión de comedia negra, romanticismo desaforado y poesía. En mi opinión constituye la obra maestra absoluta de la Universal en el ciclo de terror.

La momia (Karl Freund) (Universal) : Sólida narración y, en especial, sobresaliente creación de Karloff, que transforma a  la momia en un atormentado amante en busca de su amor perdido en el abismo del tiempo.  

Doble asesinato en la Calle Morgue (Robert Florey) (Universal): Excelente actuación de Lugosi en un excepcional filme que narra las atrocidades antinaturales cometidas por un científico que desea obtener un cruce perfecto entre el ser humano y el simio. Reflexiona en torno (como Frankenstein) a los límites de la ciencia y a la violación de las normas divinas y naturales. Karl Freund realiza una excepcional labor fotográfica.

No recomiendo en absoluto, por su falta de matices y su poca entidad artística, La máscara de Fu Manchú, filme sobrevalorado por algunos críticos demasiado entregados a la causa. Tampoco recomiendo totalmente Drácula (1931, Tod Browning), aunque su inicio (15 primeros minutos ) sea  la mejor aparición cinematográfica del personaje. Por último informo de la reciente salida de La marca del vampiro, filme desmitificador del autor de la obra anteriormente comentada que propone un original, bien ambientado,  aunque un tanto gratuíto y poco elaborado argumento.

Disfruten de la humanidad de éstos terroríficos personajes.    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Artículo sobre Nosferatu; el personaje mítico y el terror.

Artículo sobre Nosferatu; el personaje mítico y el terror.

Lectores de cineyarte, quería deciros hoy que  el terror, el miedo y el misterio de lo oculto a nuestro conocimiento son elementos que nos fascinan durante toda nuestra existencia. Las pasiones bajas del ser humano se satisfacen a menudo a través de relatos de terror. En la etapa de la infancia nos asustamos fácilmente, pero sentimos curiosidad por lo desconocido. Cualquier sombra parece una amenaza, el terror o lo misterioso despierta nuestros  infantiles sentidos. Durante la adolescencia sentimos la necesidad de experiencias intelectualmente extremas y nuestro incipiente apetito carnal empieza a  provocar cierta atracción sensual de carácter morboso ante lo desconocido o lo prohibido.

Finalmente, a medida que nos adentramos en la etapa de madurez, el terror, lo misterioso, empieza a aparecer como un elemento de refrescante transgresión y evasión de nuestra calculada, y llena de condicionantes, vida. 

Cualquier momento es bueno para abandonar, intelectualmente, la (necesaria) civilización, para adentrarnos en peligrosos y oscuros reinos.     

Por este motivo, a continuación paso a reproducir un texto encontrado en Wikipedia. En él se trata la figura de Nosferatu y sus diferentes plasmaciones en la gran pantalla. Creo que la explicación es bastante interesante.

Extracto de Wikipedia:

<< Murnau quiso realizar una adaptación cinematográfica de la novela Drácula, de Bram Stoker, pero su estudio no logró hacerse con los derechos de la historia. De modo que decidió filmar su propia versión de la novela y el resultado es una película que tiene un gran parecido con la historia original de Stoker. El nombre de "Drácula" se cambió por el de "Nosferatu" (antigua palabra del rumano para vampiro o no muerto) y también se cambiaron los nombres de los personajes: el Conde Drácula es aquí el Conde Orlok, por ejemplo. Su papel fue interpretado por Max Schreck. Sin embargo, la viuda de Stoker demandó la película por infracción de derechos de autor y ganó el juicio.

El significado original de la palabra nosferatu es difícil de determinar. No hay duda de que alcanzó difusión popular a través de la novela de Bram Stoker; Stoker halló el término en cierta obra del escritor y orador británico del siglo XIX Emily Gerard, quien la introdujo en un capítulo de su obra Supersticiones de Transilvania (1885) y en su crónica de viajes La tierra más allá del bosque (1888) (la “tierra más allá del bosque” es literalmente lo que significa Transilvania en latín). Se alude a ella simplemente como el vocablo rumano para designar al vampiro; Stoker empleó el término como un calco del inglés undead o no-muerto. Esta atribución es patentemente falsa, puesto que la palabra nosferatu carece de significado conocido (aparte del introducido por la novela y las películas) en ninguna fase histórica del rumano.

Una etimología alternativa sugiere que el término proviene originalmente de los nosóforos griegos (*νοσοφορος), es decir, de los agentes transmisores de enfermedades. Esta derivación podría tener sentido cuando se observa que en varias naciones de Europa Central los vampiros eran considerados difusores de epidemias. La película de Murnau incide particularmente en el tema de la enfermedad, y su creatividad como director pudo haber sido influenciada por esta etimología. Otra teoría sugiere que la palabra significa “respiración,” un derivado del spirare latino. Una posibilidad final es que la forma que Gerard ofrece sea un término rumano bien conocido pero mal transcrito, o posiblemente un mala interpretación de los sonidos de la palabra debido a la familiaridad limitada de Gerard con la lengua. Dos candidatas a servir de origen a nosferatu son necurat (“sucio”, asociado generalmente con lo oculto) y nesuferit (“insufrible”). La forma determinada masculina nominativa de un sustantivo rumano en la declinación a la cual ambas palabras pertenecen se corresponde con la terminación ” - UL ", así que habría que hablar con propiedad del necuratul y el nesuferitul (traducibles como “el diablo” y “el insufrible”, respectivamente).

La sombra que proyecta el vampiro al subir las escaleras es una de las escenas más conocidas de la película.
La sombra que proyecta el vampiro al subir las escaleras es una de las escenas más conocidas de la película.

El tribunal ordenó que se destruyeran todas las cintas de Nosferatu, pero un reducido número de copias de la película ya había sido distribuido por todo el mundo y permanecieron escondidas por particulares hasta la muerte de la viuda de Bram Stoker.

Con el paso de los años se hicieron más copias de esas cintas (algunas de muy baja calidad y con cortes importantes). Nosferatu se labró la reputación de ser una de las mejores películas sobre el mito del vampiro y uno de los máximos exponentes del Expresionismo alemán.

Ahora, la obra Nosferatu de Murnau pertenece al dominio público y existe un gran número de copias en vídeo, generalmente de muy baja calidad ya que provienen de copias hechas a partir de otras copias de las primeras cintas distribuidas para la exhibición internacional. Muchas de ellas presentan diferencias notables de metraje, puesto que en cada país se exhibió una versión diferente de la película. Así pues, la copia francesa no es la misma que la alemana, por dar un ejemplo. No obstante, recientemente se han publicado ediciones restauradas de la película en las que se ha recuperado casi todo el metraje completo de la película original.

En 1979, Werner Herzog dirigió un revisión de Nosferatu, Nosferatu: Phantom der Nacht. Filmado con un presupuesto escaso, como era habitual en Alemania durante los años 1970, el Nosferatu de Herzog fue un éxito de crítica y es considerado un sentido homenaje a la película original de Murnau, con Klaus Kinski en el papel principal, acompañado de Isabelle Adjani y Bruno Ganz.>>

Mis preferencias en el cine

Me gusta el cine serio pero a la vez entretenido, profundo, sugestivo, plásticamente trabajado, narratívamente sutil, poco explícito y  maduro, imaginativo, nágico, hecho con pasión...

 Para ilustrar esto les mostraré mis 20 filmes preferidos en este momento. Naturalmente, hay decenas de títulos maravillosos que no incluiré ya que este tipo de listas obligan a un ejercicio reduccionista y sintético.

 

Top 20

1- DUELO AL SOL (KING VIDOR)

2- LOS VIOLENTOS AÑOS 20 (RAOUL WALSH)

3- LA MUJER DEL CUADRO (FRITZ LANG)

4- VÉRTIGO (ALFRED HITCHKOCK)

5- DERSU UZALA (A.KUROSAWA)

6- LOS SIETE SAMURÁIS (A.KUROSAWA)

7- TIERRAS LEJANAS (ANTHONY MANN)

8- EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE (JOHN FORD)

9- CENTAUROS DEL DESIERTO (JOHN FORD)

10- LA MUJER PANTERA (JACQUES TOURNEUR)

11- EL HOMBRE Y EL MONSTRUO (ROUBEN MAMOULIAN)

12- SANGRE Y ARENA (ROUBEN MAMOULIAN)

13- MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS (RAOUL WALSH)

14- CLEOPATRA (J. L. MANKIEWICZ)

15- TRONO DE SANGRE (A.KUROSAWA)

16- ESPARTACO (STANLEY KUBRICK)

17- LOS VIKINGOS (RICHARD FLEISHER)

18- ESTRELLAS EN MI CORONA (JACQUES TOURNEUR)

19- QUE VERDE ERA MI VALLE (JOHN FORD)

20- EL TESORO DE SIERRA MADRE (JOHN HUSTON)

Continuaré con mis dos géneros predilectos, típicamente americanos pero a menudo realizados por artistas europeos (Lang, Siodmak, Tourneur...):

 

Top 10 western: los 10 sueños del oeste

 

1. DUELO AL SOL (KING VIDOR)

2. CENTAUROS DEL DESIERTO (JOHN FORD)

3. EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE (JOHN FORD)

4. 40 PISTOLAS (SAMUEL FULLER)

5. TIERRAS LEJANAS (ANTHONY MANN)

6. LA DILIGENCIA (JOHN FORD)

7. JOHNNY GUITAR (NICHOLAS RAY)

8. CIELO AMARILLO (WILLIAM A. WELLMAN)

9. EL HOMBRE DE LARAMIE (ANTHONY MANN)

10. HORIZONTES DE GRANDEZA (WILLIAM WYLLER)

 

Top 10 cine negro

 

1. Los violentos años veinte (RAOUL WALSH) 

2. El abrazo de la muerte ( ROBERT SIODMAK)

3. La jungla de asfalto (JOHN HUSTON)

4. Laura (OTTO PREMINGER)

5. Retorno al pasado (JACQUES TOURNEUR)

6. La mujer del cuadro (FRITZ LANG) 

7. En un lugar solitario (NICHOLAS RAY)

8. La casa en la sombra (NICHOLAS RAY)

9. Perdición (BILLY WILDER)

10. Perversidad (FRITZ LANG)

 

Estas son hasta el momento las listas que pongo a disposición de los lectores esperando que disculpen por tal ejercicio de reduccionismo juguetón y totalmente subjetivo.

El oeste en el cine

El oeste en el cine

 

  

Desiertos, rocas, poblados, bares, indios, hogueras en la noche, violencia, amistad, grandes cielos azules, diligencias, trenes, pioneros, oro, leyendas, ganado, vaqueros: elementos que definen al cine del oeste o “western”.  En este artículo realizaremos un breve recorrido por su historia y películas. 

 

El cine nació de manera oficial el 28 de diciembre de 1895 cuando los hermanos  Lumière enseñaron pequeños fragmentos de grabaciones a los espectadores del “Salon Indien” de París. Se trataba de escenas cotidianas, no muy alejadas temáticamente de lo que se podía observar en pinturas o fotografías, la diferencia era el movimiento. Uno de los primeros géneros temáticos en surgir en ese incipiente arte fue el del oeste.

  Nacimiento: relatos realistas  

El cine del  oeste surgió como reflejo documental de una época histórica. Cuando se rodó la primera película del género (Asalto y robo de un tren, Edwin S. Porter, 1903) todavía existían cowboys reales y las hazañas de seres legendarios como Wyatt Earp (agente de la ley conocido por su mano dura contra los que infringían la ley y por su intervención en el famoso duelo en O.K Corral), el General Custer o Búfalo Hill aún estaban recientes en la memoria de la población. El western era pues un género de actualidad y giraba en torno a la acción ( tiroteos, búsqueda de oro, ganado…).

 

Las primeras  películas causaron euforia y agradaron al público. Los argumentos mínimos, el realismo y la preponderancia de la acción las hacían un entretenimiento de primer nivel que además trataba temas muy americanos.

  Crisis, desarrollo y declive final 

Cuando los primeros años pasaron el público y las productoras dejaron de confiar en el género, relegándolo a producciones de bajo presupuesto, con malos guiones y actores. Las películas del oeste ya no eran interesantes, se habían quedado anticuadas pues se ceñían a una época muy concreta que poco a poco se estaba alejando. Era necesario dotar al género de historias universales, atemporales, ficticias, novedosas.

 

En 1939 el género resucitó y volvió a estar de actualidad gracias al éxito de dos obras clave de dos de los directores más importantes de la historia del cine americano: “La diligencia” de John Ford, la cual lanzó definitivamente al estrellato a John Wayne, y “Dodge City, ciudad sin ley” de Michael Curtiz, con radiantes imágenes a todo color y el debut de Errol Flinn en este tipo de películas.    

  

   A partir de este año el western se erigió como el género americano por excelencia, se trataba de un tipo de películas ambientadas en una época histórica ya pretérita que se iba mitificando paulatinamente. El western era el equivalente temático a la edad media europea o a  la época feudal japonesa.

Poco a poco los argumentos se fueron sobrecargando de personajes muy bien delimitados psicológicamente, de drama, de escenas de reprimida sexualidad, de paisajes en todo su esplendor, de historias de amor universales. El género iba madurando, enriqueciendo su universo: en las décadas de los cuarenta  y de los cincuenta  aparecían westerns desenfadados, violentos, naturalistas, románticos, melodramáticos, tragedias griegas ambientadas en el oeste, westerns musicales…

 

El desarrollo temático de las películas del oeste propició que surgieran en las siguientes décadas  películas críticas, que desmitificaban figuras que habían constituido el núcleo de este tipo de cine en el pasado y que de paso criticaban duramente el tradicionalismo social americano. El género había perdido su inocencia, el clima crítico generado por la guerra de Vietnam  y sus posteriores efectos políticos hicieron que se criticara a las películas con esta temática y se vieran como restos acartonados del pasado.

Desde finales de los setenta a nuestros días sólo contadas películas han vuelto a mostrarnos el oeste. A pesar de ello el género no ha muerto para el público: cada día millones de espectadores ven La diligencia, Centauros del desierto, Raíces profundas o Murieron con las botas puestas.

 

Presentación y primer paso.

Presentación y primer paso.

 "Para empezar mi andadura es necesario presentarme. Me llamo Alfredo Alonso, soy  joven y disfruto mucho profundizando y valorando los distintos aspectos del cine y de la ópera. Mis preferencias, como podrán ustedes observar a partir de ahora, son la seriedad, la emotividad profunda y la reflexión. Espero que este espacio sea de su agrado."

 

Empiezo mi andadura con este pequeño artículo, que publiqué en una revista local de Barcelona que ha desaparecido recientemente. 

 

JACQUES TOURNEUR

EL CINEASTA DE LO OCULTO

  

Cumpliendo siempre con los objetivos de entretenimiento  y divulgación Cineyarte presenta a una de las figuras más ignoradas por el gran público y posiblemente, una de las más apasionantes de descubrir.

    

 Autores cinematográficos 

Desde sus inicios hasta la actualidad, el cine ha visto aflorar algunos directores poseedores de estilo propio para narrar historias: El cine pausado, cotidiano y emotivo de John Ford, el bizarro de Orson Welles, el cine jocoso y chispeante de Billy Wilder, el reflexivo y eléctrico de Akira Kurosawa, el tenso y terriblemente preciso de Alfred Hitchcock, el cine excéntrico de Stanley Kubrick, el sereno y austero de Clint Eastwood…

 

Aquellos directores que merecen ser llamados autores son aquellos que realizan películas  en las cuales, sea cual sea el género ( aventuras, cine negro, comedia, melodrama, acción…), se observa características comunes en su realización, conformando en su conjunto una obra de estilo coherente y propio.

 

Uno de esos autores de cine, uno de los más peculiares por la forma de contar sus historias es Jacques Tourneur.

  Breve repaso a su vida y a su obra 

Nacido en París el año 1904, hijo del director de cine galo Maurice Tourneur, el joven Jacques Tourneur tuvo en su padre una escuela inmejorable en la que aprender los resortes del arte narrativo.

A principios de  los años 30 se casó y debutó como director en poco conocidas producciones francesas. Más tarde emigró a Estados Unidos trabajando en pequeñas producciones, pronto llegarían algunas  magistrales muestras de una personalidad estilística extraordinaria: “La mujer pantera (1942)”, “Yo anduve con un zombie (1943)” o “El hombre Leopardo (1943)”.

 

Poco a poco, el estilo ambiguo, elíptico y mágico del director se fue conociendo en la industria hollywoodiense. Por este motivo le confiaron algunos proyectos  dotados de mayor presupuesto, de entre los cuales cabe citar  “El halcón y la flecha ( 1950 )”, “Retorno al pasado ( 1947 )” o “La mujer pirata ( 1951 )”. Además cabe resaltar su excelente y peculiar aportación al cine del oeste con obras como Wichita ( 1955 ) o Tiera generosa ( 1946 ), las cuales suponían la introducción en este género de la ambigüedad psicológica propia del cine negro.  

 

El fin de su carrera coincidió con  la crisis del cine por la irrupción de la televisión. Para este medio dirigió capítulos en series como Bonanza o En los límites de la realidad. Volvió a Francia y murió en el año 1977 totalmente olvidado por una industria cambiante, más pendiente de artificiosos efectos técnicos que de la propia narración cinematográfica.

 Su peculiar estilo 

Jacques Tourneur fue uno de los maestros de la narración cinematográfica. Su dominio del lenguaje cinematográfico fue total. Sus películas eran elípticas, en pantalla nunca  se mostraba violencia o crímenes, pero el efecto resultante era aún más sobrecogedor: la omisión de lo que el espectador quería ver lograba  que éste se lo imaginara, siendo su imaginación  más rica que cualquier imagen que se pudiera ver.

 

Los métodos narrativos de Tourneur enriquecían hasta el límite historias sencillas y las dotaban de un misterioso tono fantasmal, irreal, enigmático.

   Filmografía orientativa: 

-         LA COMEDIA DE LOS TERRORES (1963)

-         LA BATALLA DE MARATHON (1959)

-         FURIA SALVAJE (1959)

-         LA NOCHE DEL DEMONIO (1957)

-        AL CAER LA NOCHE (1956)

-        WICHITA (1955)

-        LA MUJER PIRATA (1951)

-        EL HALCÓN Y LA FLECHA (1950)

-        BERLÍN EXPRÉS (1948)

 -      RETORNO AL PASADO (1947)

-    TIERRA GENEROSA (1946)

-          DÍAS DE GLORIA (1944)

-        YO ANDUVE CON UN ZOMBIE (1943)

-        LA MUJER PANTERA (1942)