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Crítica número 63: Doble asesinato en la calle Morgue (Robert Florey, 1932)

Crítica número 63: Doble asesinato en la calle Morgue (Robert Florey, 1932)
Excelente y oscuro relato sobre la naturaleza humana.
En París, a mediados del siglo XIX, un doctor realiza experimentos para demostrar el lazo de unión existente entre el ser humano y el simio. Tales experimentos conllevan prácticas delictivas.

París, ciudad que En doble asesinato en la calle Morgue, aparece retratada en toda su oscuridad, vileza y poder sugestivo. Entre cuyas brumas acontecen refriegas y crímenes cometidos por doctores en busca de superar su condición humana, erigiéndose en verdaderos creadores.

La fotografía expresionista germana de Karl Freund y la dirección de Florey nos ofrecen un magnífico filme de terror que posee una de las atmósferas más refinadamente sugestivas que se haya podido concebir e ideas que influenciarían obras posteriores (sin ir más lejos King Kong de 1933 se basa claramente en alguno de los pasajes de la obra que nos ocupa) . Lugosi, especie de Dr. Frankenstein, en una interpretación memorable, avanza en una de las escenas entre la bruma en busca de mujeres con las que experimentar, encontrándose con una prostituta que estaba atemorizada por haber presenciado una pelea mortal... Es tal la sordidez y perversión latente reinante en las entrañas de este filme que incluso se apuntan actividades zoofílicas (evidente excitación del gorila ante las mujeres que rapta Lugosi).

La elegancia, perfección formal, profundidad de contenido y magnífica construcción dramática de este filme le emparentan en cuanto calidad con los filmes de James Whale.
Puntuación: 4,5/5

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