Crítica número 43: El exorcista (W.Friedkin, 1973)
Nula imaginación. Nula inteligencia. Puro efectismo.
El exorcista es una película que instaura, en su género, la relegación de la inteligencia, del matiz, de lo verdaderamente sugestivo en favor de los efectos especiales con el fin de sorprender al espectador.
Simplificación estúpida. Carente de inteligencia en su planteamiento intelectual y cinematográfico, deja entrever un sonrojante desprecio por el intelecto del espectador.
Simplificación estúpida. Carente de inteligencia en su planteamiento intelectual y cinematográfico, deja entrever un sonrojante desprecio por el intelecto del espectador.
Puntuación: 1/5
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