Crítica número 42: El asesino poeta (Douglas Sirk, 1947)
El asesino poeta es una obra de suspense, de intriga, que se va construyendo poco a poco y que de manera paulatina se va enriqueciendo con notas de humor, de surrealismo, incluso de estética expresionista en algunos momentos.
La narración es fabricada por Sirk de manera perfecta, ensamblando a la perfección todos los elementos que la conforman, siendo finalmente uno de los ejemplos de intriga más logrado hasta la fecha.
No voy a comentar ninguna situación argumental de éste filme. Creo que eso desvirtuaría el visionado que los futuros espectadores deben realizar.
Una obra perfectamente elaborada (con elementos originales como los títulos de crédito o la propia estructura y desarrollo del filme) y unos intérpretes excelentes yacen en lo más oscuro de la filmografía de Douglas Sirk esperando a ser descubiertos por los aficionados al cine de calidad. Sin duda, un acercamiento inteligente a la criminología.
La narración es fabricada por Sirk de manera perfecta, ensamblando a la perfección todos los elementos que la conforman, siendo finalmente uno de los ejemplos de intriga más logrado hasta la fecha.
No voy a comentar ninguna situación argumental de éste filme. Creo que eso desvirtuaría el visionado que los futuros espectadores deben realizar.
Una obra perfectamente elaborada (con elementos originales como los títulos de crédito o la propia estructura y desarrollo del filme) y unos intérpretes excelentes yacen en lo más oscuro de la filmografía de Douglas Sirk esperando a ser descubiertos por los aficionados al cine de calidad. Sin duda, un acercamiento inteligente a la criminología.
Puntuación: 4,5/5
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