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Crítica número 76: El retorno del forajido (Allen H. Miner, 1957)

Crítica número 76: El retorno del forajido (Allen H. Miner, 1957)

El western es un género que, debido a sus peculiaridades paisajísticas y de época,  tiende al estudio ético, humano, de los personajes. Las praderas sin explotar, los peligrosos ríos, las condiciones climáticas extremas, la ausencia de ley y de autoridad pública que la vigile confiando en el código ético individual para su cumplimiento... Dificultades y particularidades de un territorio que dan pie a un tipo de cine que se centra en los valores éticos esenciales y en la necesidad desesperada de sobrevivir.

La conducta de las personas, la apreciación del paisaje y la posesión de objetos útiles devienen en el western asuntos clave sobre los cuales giran tramas como la de El retorno del forajido, western con un fuerte componente físico (praderas, árboles, montañas, cielos sugestivos fotografiados por un Joseph Biroc que realiza un excelente trabajo que recuerda al que posteriormente haría en La venganza de Ulzana (1972, Robert Aldrich)) y humano (este filme es, esencialmente, un estudio de personajes) que narra los intentos de un sheriff por localizar y apresar a un forajido para que sea juzgado. Para ello deberá desplazarse hasta Méjico y superar obstáculos exteriores e interiores.  

H. Miner entrega una buena planificación de escenas, un deficiente e incluso anticlimático encadenado de las secuencias (sucesión de secuencias cortas que se unen entre sí revelando cierta falta de sentido global, de cohesión e imposibilitando la inmersión del espectador) y un ritmo desigual. Confecciona un filme seco, desnudo de artificios, tendente a lo abstracto e incluso hacia lo fantasmagórico. Falla al no poder dotar de la intensidad adecuada a un buen guión  no exento de puntos flacos (la inocua presencia de los indios, el insulso y carente de gracia policía mejicano) y al no completar con total éxito el dibujo de los personajes esbozado a lo largo del metraje.

 

Filme de calidad, con notables interpretaciones de Anthony Quinn y de William Conrad, El retorno del forajido es un singular conglomerado de buenas ideas argumentales y técnicas llevadas a cabo con cierta irregularidad.  

    

 Puntuación: 2,5/5

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