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Crítica número 21: Calle sin salida ( William Wyler, 1937)

Crítica número 21: Calle sin salida ( William Wyler, 1937)
El pasado y el presente de la miseria
Unos chicos juegan en una mísera calle de Nueva York. Son chicos callejeros, sólo conocen la pobreza y la supervivencia, son pequeños delincuentes en ciernes. A esa calle llega un señor de mediana edad que también fue un chico de esos, ha acabado siendo un asesino y viene a visitar a su madre...

El pasado y el presente de una serie de personajes se nos muestra en todo momento mediante paralelismos. Observamos a unos niños que se están envileciendo en las calles y al mismo tiempo vemos a un personaje que en el pasado fue como ellos. También observamos edificios lujosos al lado de otros absolutamente ruinosos.
Se trata de una verdadera calle sin salida en la que la juventud es desperdiciada y la pobreza no deja acceder a mejores posiciones sociales. La delincuencia es el modo más fácil de ganarse la vida. Poco a poco los valores se dejan de lado, la supervivencia manda y la vida de las familias se destruye. El reformatorio infantil es el primer paso en la degradación moral de los jóvenes, después vendrá la cárcel... El argumento de la película funciona como un juego de espejos que nos muestra una metáfora escénica sobre la juventud, la sociedad de clases, la educación y la reinserción.

Pese a que Humphrey Bogart no es el claramente el protagonista, realiza claramente la mejor interpretación de la obra. Una interpretación llena de matices y sugestiva, intensa. La fotografía es excelente.

Se trata de un filme aparentemente estático (al desarrollarse en un sólo escenario) pero realmente dinámico, con un desarrollo riquísimo, que evoluciona suave pero constantemente hasta alcanzar el punto culminante final. Varios personajes perfectamente dibujados desarrollan su vida cotidiana en escenas llenas de matices.
Filme naturalista, de perfecta factura, posee el secreto clásico de ser simple a la vez que complejo sin dejar de entretener, de ser serio, trascendente a la par que informal, poseyendo así varios niveles de lectura.
Puntuación: 5/5 

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